[Traducción de Laura Frutos revisada y editada por Ana González-Rivas Fernández. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow. *** = disponible sólo en Inglés.]
l igual que autores del siglo veinte como Graham Swift, Elizabeth Barrett Browning y Charles Dickens también tuvieron que hacer frente a las deficiencias que presentaba el género autobiográfico. Además, Barrett Browning tuvo que lidiar con el papel esquizofrénico de la “poetisa altamente consciente de su herencia literaria, con ‘espíritu filial’ y ‘un amor reverente hacia sus precedentes,’ pero decepcionada por no haber encontrado ‘abuelas’ literarias” (Blake 387). La consciencia de su conflicto como autobiógrafa tradicional y como pionera de las poetisas subvierte la forma convencional:
En los primeros cuatro libros de [Aurora Leigh ], el principal tema es el desarrollo artístico de Aurora, y la narración es claramente retrospectiva. Sin embargo, ya en el libro V el tema principal es la búsqueda de la plenitud emocional y el logro de un requisito previo para ello: el autoconocimiento. Aquí el modo de narración cambia de una retrospección guiada por la autora a una inmersión en los hechos que presupone que no hay ninguna distancia entre el personaje y el narrador. (McSweeney xxv)
Dado el “alto nivel de auto-reflexión del narrador de Aurora Leigh” y el “hábito de autoconciencia” (xxxvii) de Elizabeth Barrett Browning, a la poetisa le resultó fácil olvidar la distancia ficticia entre ella misma y su narradora, como demuestra su afinidad con la poesía Romántica de Wordsworth:
“En su más sólida obra crítica, “Essays on the Greek Christian Poets and the English Poets”, [Elizabeth Barrett Browning] convierte a Wordsworth en el héroe poeta a cuyos pies la generación de poetas actuales debe sentarse. En su ensayo, la poetisa enfatiza el hecho de que Wordsworth no escribía desde su propia experiencia, mostrando ‘la respiración real y audible de su propia vida interior’. En la obra de Wordsworth nada es demasiado común como para que no sea tratado, y Elizabeth Barrett Browning aplaude, precisamente, esta preocupación por lo común’. Además, los objetos comunes crecen en su significado por un ‘egotismo infinito’ (pp. 105-8), ya que Wordsworth no solo ve con el nervio óptico, sino también con su mente y con su alma [cf. La muerte del “nervio visual” en John Milton y Romney Leigh reflejada en la estética articulada de “Aurora Leigh” de Barrett Browning, X. 645-59]. Tales son los elementos de la estética Romántica que Barrett Browning identifica en su ensayo. Juntos conforman una poesía que refleja una vida interior individual que se encuentra con lo cotidiano y lo transforma a través de sus poderes imaginarios o de su ego, para, de esa manera, producir el significado más rico posible. El ‘ars poética’ de la misma Barrett Browning puede identificarse con esta estética. [Blake 388]
Al ajustar la frecuencia de reflexión en la narrativa autobiográfica, Barrett Browning traza simultáneamente su filosofía y su feminidad en un espejo que sigue un código masculino.
Material relacionado
- La autobiografía ficticia: Definiciones y Descripciones
- Aurora Leigh y la Autobiografía Ficticia (II): La Primera Kunstlerroman femenina
- Aurora Leigh y la Autobiografía Ficticia (III): Fantasía Victoriana de la Venganza
- Grandes Esperanzas y la Autobiografía Ficticia (I): Fantasía y Pesadilla***
- Grandes Esperanzas y la Autobiografía Ficticia (II): La Bestia y su Guardián***
Creado 1996; traducido 10 julio de 2015