Traducción de Alfonso Sánchez Moya revisada por Ana González-Rivas Fernández y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow. En los títulos de las obras no traducidas al castellano, el traductor indica con la anotación «Nota del Traductor (N. T.)» entre paréntesis que la traducción de los mismos es obra suya. En caso contrario, el traductor se basa en las traducciones ya disponibles que figuran en el registro ISBN.
La vida de Annie Besant como devota, seglar y, hacia el final de su vida, como Presidenta de la Sociedad Teosófica, no puede ser meramente considerada como una oposición activa a la manera de pensar más ampliamente aceptada. De ese modo, y en un intento de establecer una evaluación lo más imparcial posible, nuestra selección depende no sólo del propósito de releer el ya controlado canon masculino, sino principalmente del reconocimiento de los éxitos de Besant, siempre con referencia a las grandes cuestiones de la sociedad victoriana en la que ella fue consciente de sus intrínsicos asuntos de género.
En sus escritos, Besant mantiene un acercamiento feminista a sus propios temas, considerando el género como las ideas y las expectativas que han sido culturalmente construidas en torno a los papeles femeninos y masculinos. Esta afirmación nos invita a observar ambos vínculos entre las mujeres ensayistas victorianas y nuestra nueva era feminista. Hasta cierto punto, sus representaciones autobiográficas expresan no sólo el compromiso victoriano, sino también un deseo constante de hacer su propia evaluación en un intento de encontrar su propia identidad; sin embargo, en sus primeros escritos, Besant sólo quería terminar con estos modelos dobles. Aunque al comienzo de su matrimonio había intentado ayudar a los feligreses de su marido, rápidamente entendió que la gente pobre necesitaba mejores medios de vida y condiciones laborales más justas en lugar de folletos. A pesar de ser consciente de los atributos formados culturalmente, Besant a veces señaló en sus reflexiones teosóficas que esa polaridad se encuentra en premisas biológicas. Naturalmente, Besant no menciona la intención victoriana de conciliar valores antónimos, quedándose simplemente en explicar la función de la evolución a través de la unión de “pares de opuestos” (Varela, 66; ver también 241.). Sin embargo, cuando se focaliza en la relación entre lo femenino y lo masculino, como ella misma hizo cuando dio su primera conferencia tras unirse a la Sociedad Secular Nacional, siempre criticó la supeditación femenina:
Remove authority, which is tyranny, and people will readily "agree to differ." There will possible be a little more care before marriage about the opinions of the lady wooed than there is now, when the man fancies that he can mould the docile girl into what shape he pleases, and the future happiness of both is marred if the woman happens to be made of bright steel, instead of plastic clay. ("The Political Status of Women" (1874))
Como John Stuart Mill afirma en La dominación de la mujer, la educación femenina sirvió como uno de los instrumentos más fuertes para mantener la supremacía masculina típica de aquella época. La visión masculina llevaba a una pasividad, pero, paradójicamente, en la situación de Annie fue el matrimonio, y en concreto su reacción contra esta situación opresiva, lo que hizo posible que ella se sintiera libre. De hecho, para ella el matrimonio no era el final, sino el principio de su propia historia, lo cual es evidente en El matrimonio; cómo fue, cómo es, y cómo debería ser: petición para su reforma1 (1878), obra que apareció en formato de serie en el National Reformer (ver Saville, Sección II, no 11.). Aunque la concepción patriarcal del “ángel del hogar” prevaleció durante mucho tiempo, junto con la consiguiente imagen de mujer obediente sometida a su marido, en las últimas décadas del siglo se produjo una ligera apertura de la esfera pública femenina, demostrada principalmente con la apertura de las enseñanzas superiores a las mujeres. Siempre que luchó por la educación, Besant esperó con ganas la llegada del nuevo siglo como anhelo de un mundo nuevo, tanto para las mujeres, como para la gente colonizada.
Interpretando su propia vida, o explicando cómo Besant se reevaluó a sí misma, la actividad de esta autora como oradora fue notable. Fue en 1873 cuando por primera vez, y desde el púlpito de la solitaria y casi vacía iglesia de su marido, se inició en este campo para “probar cómo se sentía” (Autobiographical Sketches 72). Sin embargo, al analizar el discurso cultural de algunos sabios victorianos, Thaïs Morgan señala la dimensión autoritaria de alguno, e inexplicablemente obvia a Besant. Por el contrario, Mrs. Radha Burnier, la séptima Presidenta de la Sociedad Teosófica, creyó que cuando Annie llegó por primera vez a la India en 1893, poseía ya un gran poder de inspiración que había sido ciertamente silenciado por su educación. A pesar de tener una actividad dinámica en la esfera pública, estuvo confinada en todo momento a una situación marginal. En esta atmósfera de censura tiene especial importancia la presencia de varias figuras masculinas como Edward Pusey, Charles Voysey, Thomas Scott, Charles Bradlaugh y Edward Aveling. Aunque no contemos con evidencias de relaciones sexuales entre Annie Besant y sus amig@s, según el juicio de muchos contemporáneos estas relaciones sugerían actitudes transgresoras, las cuales solían traer consigo la exclusión social. De hecho, sus autobiografías — como Broughton ha señalado-, que deben leerse complementadas con sus manifiestos, llamados Panfletos político-sociales, tienen que estudiarse como unas descripciones sensibles y exactas de un lugar con muchas amenazas sociales, económicas y culturales. Su continuo enfrentamiento con todo lo que había afectado a su mente, sus sentimientos y su propia experiencia — una experiencia femenina que había sido reprimida desde su infancia-, estimula la evaluación de los problemas contemporáneos, y lleva su análisis más cerca de las minorías.
Cambio de identidad de Annie Besant y cultura fin de siglo (en inglese)
- La reconsideración del canon y la marginalidad de Annie Besant
- Besant y la transgresión
- Identidad como resistencia
Referencias
Besant, Annie. Reincarnation (1892) Adyar, The Theosophical Publishing House, 1963.
Broughton, Trev. "Women's Autobiography: The Self at Stake?", Prose Studies vol. 14, no 2 (1991), 92-93.
Mill, John Stuart . "The Subjection of Women" in Alan Ryan (ed.), Mill. 1869; reimpresión, Nueva York, Londres: Norton, 1996. 144-45.
Morgan, Thaïs E., ed. Victorian Sages and Cultural Discourse: Renegotiating Gender and Power. New Brunswick y Londres: Rutgers University Press, 1990. 1-18.
Saville, John. ed. A Selection of the Social and Political Pamphlets of Annie Besant. Nueva York: Augustus Kelley, 1970, Section II, no 8, 13.
Varela, Leonor. "Annie Besant. Texts and Subjectivities", Tesis doctoral, Facultad de ciencias sociales y humanas, New University, Lisbon, 1995.
Modificado por última vez el 28 de junio de 2008; traducido 4 de julio de 2010