[Este pasaje aparece en Modern Leaders: Beings a Series of Biographical Sketches de este autor, que fue publicado por Sheldon & Company (N.Y.) en 1872. La revisión, conversión básica a HTML y corrección fueron hechas por George P. Landow. La “T” inicial decorada está basada en una de las ilustraciones del propio Thackeray en La feria de las vanidades. Traducido por Cristina Cobo Tejederas y editado por Asunción López-Varela].
hackeray sabía dibujar y dibujó caballeros y damas ingleses; pero, ¿ha dibujado alguna vez a un hombre o mujer altruista, que se olvida de sí mismo, dedicado a algún, a cualquier, gran objetivo, o causa, o propósito de cualquier tipo en la vida — absorbido por ello y fiel a ello? ¿Es verdad que incluso en la sociedad de Londres los hombres se dedican enteramente a las cenas, a devolver visitas, a ganar y a gastar dinero? ¿Es cierto que todos los hombres, incluso en la sociedad londinense, pasan sus vidas sin ningún objetivo particular, a la deriva, haciendo buenos propósitos y no llevándolos a cabo; haciendo cosas buenas de vez en cuando por un impulso fácil y generoso; amando a la ligera y reponiéndose de amor rápidamente? ¿No existen en la sociedad de Londres las pasiones, por una parte, ni por la otra, vidas sencillas, fuertes, consecuentes, desinteresadas y altruistas? Sin duda las hay; pero Thackeray, el mejor pintor de la sociedad inglesa que Inglaterra ha tenido nunca, eligió, por una u otra razón, ignorarlas. Sólo cuando él llega a hablar de los artistas, y especialmente de los pintores, insinúa que es consciente de la existencia de hombres cuyas vidas son consecuentes, firmes, y desinteresadas. Ciertamente esta es una gran omisión. [p. 163].
Referencias
McCarthy, Justin. Modern Leaders: Beings a Series of Biographical Sketches. N. Y.: Sheldon & Company, 1872.
Modificado por última vez 2000; traducido 2009