[••• = disponible sólo en Inglés. Traducción de Noelia Malla García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

En 1882 se publica la cuarta y quinta edición del volumen de Poemas, de Oscar Wilde, editadas por David Bogue. Las primeras tres ediciones se habían publicado un año antes. Para la cuarta y quinta edición se realizaron una serie de cambios que respondían a sustituciones de alguna palabra o a reformulaciones autoriales. La única excepción es el cambio del poema “Cármides” en el que las siguientes estrofas —la decimonovena y la vigésimo tercera— se eliminaron:

Those who have never known a lover's sin

Let them not read my ditty, it will be

To their dull ears so musicless and thin

That they will have no joy of it, but ye

To whose wan cheeks now creeps the lingering smile,

Ye who have learned who Eros is, — O listen yet a-while

They who have never seen the daylight peer

Into a darkened room, and drawn the curtain,

And with dull eyes and wearied from some dear
And worshipped body risen, they for certain
Will never know of what I try to sing,
How long the last kiss was, how fond and late his lingering. [Works, IX, 124-5]

La eliminación de estas estrofas, recuperadas por Robert Ross en la edición de Methuen de The Complete Works of Oscar Wilde de 1908, y prácticamente por los subsiguientes editores de dicho poema, fue considerada puntualmente por el público. En el poema “Cármides” el autor lleva al límite la tolerancia Victoriana al narrar la historia de un joven mariner griego que llega al sepulcro de Atenas y viola su imagen. El personaje de Cármides agrava la provocación a los lectores en las estrofas 19 y 23 dividiéndoles en pecadores e inocentes y rechazando a los últimos como lectores inapropiados del poema. Richard Ellman arguye que, al menos en una ocasión, el poema “Cármides” se erigió como foco de una considerable indignación moral por la publicación de Poemas, de Wilde (141).

Desde el punto de vista artístico, el perjuicio artístico por la eliminación de las dos estrofas resulta considerable. Las estrofas 19 y 23, únicas estrofas en las que el narrador rompe el punto de vista para utilizar la primera persona y dirigirse, de forma indirecta, al lector, junto a la estrofa 21 en la que el hablante también utiliza la primera estrofa, forman una unidad que anticipa y enfatiza el primer clímax narrativo. La eliminación de dos de estas estrofas deja la frase de la estrofa 21 “Never I ween did lover hold such tryst”aislada. Un tema secundario, pero significativo es el de la dificultad de comunicar la intensidad de la experiencia erótica a través de la poesía, que también se ve perjudicado por la pérdida de la estrofa 23. En la estrofa 5 de la tercera parte, el hablante rompe otra vez el punto de vista narrativo para exclamar: “O why essay/ To pipe again of love, too venturous reed?”y en la estrofa 6: “Too venturous poesy O why essay/ To pipe again of passion?”. El tema de extralimitarse literariamente (en el que Wilde puede aludir a sus incumplimientos de las normas morales victorianas) aparece por primera vez en la estrofa 23:

of what I try to sing,

How long the last kiss was, ...'

Wilde, en lugar de proponer él mismo la eliminación de estas estrofas, podría haber recibido advertencies de que ambas estrofas eran demasiado provocativas para publicarse. También puede que Bogue hubiese insistido en la eliminación de estas estrofas por presión de un tercero o terceros. En cualquier caso, parece poco probable que Wilde hubiera aceptado los cambios ya que, según Ellman, consideraba que “Cármides” era su major poema (134) y, en más de una ocasión, respondió a sus críticos que no admitía juicios morales sobre el arte:

A poem is well written or badly written. In art there should be no reference to a standard of good or evil. The presence of such a reference implies incompleteness of vision. [...] Art must be loved for its own sake, and not criticised by a standard of morality. . . . The Greeks understood this principle, and with perfect serenity enjoyed works of art, which, I suppose, some of my critics would never allow their families to look at. The enjoyment of poetry does not come from the subject, but from the language and rhythm. [Quoted in Mason, 325]

Un poema está mal o bien escrito. En arte no hay un patrón de bondad o maldad. La presencia de tal referencia implica una visión incompleta [...] Al arte hay que amarlo en si mismo, y no criticarlo en función de la moralidad…Los griegos entendieron este principio, y con perfecta serenidad disfrutaron de obras de arte que, supongo que algunos críticos no dejarían ni mirar a sus familias. El goce de la poesía no viene del sujeto, sino del lenguaje y el ritmo. [citado en Mason, 325]

Referencias

Ellman, Richard. Oscar Wilde. London, 1987.

Mason, Stuart. Bibliography of Oscar Wilde. London, 1967.

Wilde, Oscar. The Works of Oscar Wilde. Ed. Robert Ross. 14 vols. London, 1908.


Modificado por última vez el 22 septiembre de 2009; traducido el 9 de febrero de 2012