arlyle recurre al énfasis que utiliza el predicador (the preacher's emphasis) para definir un tema apropiado en Pasado y presente. El “Evangelio del Mammonismo” pregunta al lector si conoce el significado de las palabras cielo e infierno: “Preferiría no captarlo. A menudo, conforme las palabras se encuentran en nuestra lengua, adquieren para la mayoría de nosotros un carácter fabuloso o semifabuloso… Sin embargo, merece la pena que sepamos, de una vez para siempre, que no son una similitud, ni una fábula o una semifábula, ¡que son un hecho de lo más supremo y eterno!” (10. 144-45).
Mencionando a Sauertieg como autoridad, un personaje que creó en Sartor Resartus, Carlyle cita en primer lugar sus comentarios relativos al uso frecuente de la palabra infierno por parte de los ingleses, así como la falta de claridad con que lo hacen, de modo que uno no puede “deducir lo que quieren decir con ella”, tras lo cual, hablando a través de la máscara de Sauertieg, razona por medio de una serie de definiciones:
El infierno generalmente significa el Terror ilimitado, aquello que el hombre teme infinitamente, ante lo que tiembla y se contrae, luchando con toda su alma para escapar de ello. Por consiguiente, existe un infierno, si lo tenemos en cuenta, que acompaña al hombre en todas las etapas de su historia y en el desarrollo religioso o de otro tipo, pero los infiernos de los hombres y de los pueblos difieren notablemente. Para los cristianos, es el terror infinito de ser considerado culpable antes de que el juez dicte sentencia. Para los antiguos romanos, según mis conjeturas, fue el terror no hacia Plutón, por quien probablemente se preocupaban poco, sino por comportarse inmerecidamente, en oposición a la virtud, lo equivalente a su palabra para “cobardemente”. Y ahora ¿qué es aquello, si penetramos en su hipocresía, en sus habladurías a menudo repetidas, que ella denomina su culto y así sucesivamente, qué es lo que la moderna alma inglesa contempla y teme infinitamente en cada verdad con total desesperación? ¿Cuál es su infierno, detrás de todos estos acreditados y con asiduidad repetidos rumores, cuál es? Con dudas, con asombro, yo proclamo que es el terror de “No tener éxito”, de no lograr dinero, fama u otra figura mundana; fundamentalmente de no hacer dinero (10. 145-46).
Esta clase de infierno, decide, “pertenece naturalmente al Evangelio del Mammonismo, que posee también su cielo correspondiente… Sobre algo estamos completamente en lo cierto: en la conquista del dinero” (10. 146). Carlyle, que niega la importancia de la creencia en el infierno como un lugar literal, escribe aquí sobre la índole de cuestiones debatidas por el predicador, adoptando la actitud del mismo hacia la congregación.
Modificado por última vez el 14 de julio de 2008; traducido el 18 de octubre 2012